Vías de acción refleja

Las vías de acción reflejas son:

Dos vías nerviosas, una de acción rápida y otra lenta, dos vías circulatorias, una sanguínea y otra linfática y una vía energética.

Los movimientos reflejos son considerados unidades elementales del comportamiento motor. Son respuetas simples, rápidas e involuntarias que se inician por estímulos sensoriales.

Un reflejo tiene cinco componentes:

1.- Un receptor sensorial (la piel)

2.- Una vía aferente al sistema nervioso central (S.N.C)
3.- Una o más sinapsis en el S.N.C

4.- Una función de los grupos neuronales que intervienen

5.- Un efector

Vías nerviosas: reflejos medulares y craneales:

- Vía rápida: la ejecución de la mayoría de los movimientos está bajo el control de diferentes estructuras del encéfalo. La coordinación motora más básica es proporcionada por las neuronas de la médula espinal, que pueden generar respuestas rápidas sin intervención de estructuras encefálicas.

- Vía lenta: Existen reflejos que proceden fundamentalmente de estructuras del encéfalo. A través de los sistemas sensoriales, receptores y vías, recibimos la información del ambiente en el que nos encontramos y del estado de nuestro propio organismo. A los diferentes sistemas utilizados para actuar sobre nuestro entorno se les denomina sistemas efectores, que son las estructuras encargadas de producir respuestas. Los principales son músculos y glándulas, que están bajo el control de los sistemas reguladores del organismo: el S.N.C y el endocrino.

Vías circulatorias: sanguínea y linfática:

Cuando se realiza un masaje actuando sobre los tejidos, se produce inmediatamente una activación de la circulación sanguínea en la zona, al incidir sobre los pies, estamos estimulando no sólo la circulación local, sino también en la general. Lo mismo ocurre con la circulación linfática.

Vía energética:

Debido a la fricción del masaje se produce un aumento de temperatura en los pies, lo que es percibido con sensaciones de calor u hormigueo en otras zonas del cuerpo relacionadas, en ocasiones, con las áreas reflejas que estamos estimulando. La energía actúa y produce su efecto, aunque a veces sea difícil de entender. Generalmente al hablar de energía se entiende como algo esotérico y nada admitido por escépticos. Debemos tener en cuenta que nuestro sistema nervioso actúa fisiológicamente a través de impulsos eléctricos que transportan información y esto, es en definitiva, energía que no se ve, ni se toca, pero que se puede sentir y que existe en todos los seres vivos.