martes, 3 de febrero de 2009

Frecuencia y duración recomendada


El cuerpo necesita un tiempo para liberarse de las sustancias nocivas movilizadas con el masaje, por lo tanto, la frecuencia debe acondicionarse a este factor.
Generalmente se recomienda dejar pasar 24 horas de distancia entre un masaje y otro. Este margen se ampliará si tratamos a personas muy enfermas o casos crónicos.
El organismo tiene que recuperar su normalidad de manera progresiva, sin forzar o saturar el proceso autocurativo que se producirá de manera natural.
Dos o tres masajes semanales pueden considerarse necesarios al iniciar tratamiento. Cuando se empiecen a sentir los efectos de mejoría (la crisis irá cediendo) se podrán distanciar las sesiones.

Una sesión terapéutica durará alrededor de una hora y cuarto u hora y media (ambos pies siempre; no se fíe de masajes dados con rapidez ya que no tratarán todos los sistemas) La sesión se inicia con preparación del pie, seguido el pie izquierdo, luego el derecho y el cierre de masaje.

Las sesiones con niños no deben superar los 50 minutos.
Los ancianos también requieren sesiones más cortas.

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